Los Moradores


Pues esta es nuestra presentacion:


Desde aqui vamos a contar nuestros recuerdos, los recuerdos de Iñaki y su infatigable Lucia, que va a cualquier sitio con los ojos cerrados sin importarle por donde ni como, los recuerdos de los viajes que hemos hecho, principalmente en moto.


Nos trasladamos de un recuerdo a otro, encima de una Honda XL1000VA comunmente llamada "Varadero" y es la que nos lleva de un sitio a otro, visitando lugares increibles, conociendo gente y sus costumbres no menos increibles y como dice en el titulo de esta morada, la que nos hace vivir un antes con los preparativos, un durante con la realizacion y un despues con la creacion de esta Morada de los Viajeros.


Esperamos que esteis a gusto en esta morada, vuestra casa y si os sirve, ademas, para sacar ideas para vuestros proximos viajes o recuerdos de viajes similares, nos damos por enteramente satisfechos.

Bienvenidos a nuestra/vuestra morada


Nuestros Viajes:

Europa 2010
1.Los Preparativos 2.Arrancamos y nos desesperamos 3. La Toscana 4.Venecia 5.Viena 6.Mauthausen 7.Salzburgo 8.Alpes y Tirol 9.Fussen y Lago di Como 10.Lago di Como 11.Niza, Monaco 12.Toulouse y fin del viaje

USA 2011
0. Prologo 1. Despegamos 2. Los Angeles, Hollywood 3. Universal Studios 4. Malibu, Santa Monica, Venice 5. San Diego 6. San Diego, SeaWorld, La Jolla 7. Los Angeles - Palm Springs 8 Palm Springs - Laughlin 9. Laughlin - Tusayan 10. Tusayan (Grand Canyon) - Mexican hat 11. Mexican Hat - Bryce Canyon 12 Bryce Canyon - Las Vegas 13. Las Vegas 14. Epìlogo

Europa 2012
1. El Comienzo, el Tiron y el primer destino 2. Eslovenia. Skofja Loka y Ljubljana 3. Cuevas de Skocjan, Postojna y Castillo de Predjama 4. La Costa 5. Lagos y montañas 6. Croacia. Karlovac, Slunj, Plitvice, Zadar 7. Trogir, Split, Makarska 8. Makarska, Mostar (Bosnia i Herzegovina), Dubrovnik 9. Kotor, Sveti Stefan (Montenegro), Dubrovnik 10. Cavtat, Dubrovnik, Bari 11. Italia. Pompeya, Costa Amalfitana 12. Roma, Civitavecchia, Barcelona, A Coruña.

Europa 2013
1. Arrancamos, navegamos y llegamos 2. Gante 3. Holanda, Amsterdam 4. Zaanse Schans, Volendam, Giethoorn 5. Bremen, Rostock 6. Trelleborg, Copenhague 7. Copenhague, Aarhus 8. Aarhus, Stavanger 9. Stavanger, Preikestolen 10.Hirtshals, Heidelberg, Friburgo 11. Friburgo, Burdeos, A Coruña

miércoles, 9 de abril de 2014

Capitulo I





CAMINO

El año anterior, culpa de una encorsetada agenda, ya me había quedado a las puertas de acudir a la inauguración  y puesta de largo del evento   “Lejos del Mundanal Ruido”  o LMR para los más íntimos o allegados.  Maravillosa  creación de esa mente inquieta, en esto del viajar,  llamada  Juan Recio.  
Este año las cosas no pintaban mucho mejor, a pesar de contar de nuevo, con una de las contadísimas, escasísimas y cotizadísimas  invitaciones.
Una serie de  inoportunos contratiempos, amenazaban seriamente mi difícil equilibrio presupuestario del mes  y con ello mi debut en tan campestre y elitista cita.
El  día que amagué con no ir y llamé derrotado –superado por unos enanos talla XL circenses-  al alma mater del proyecto para comunicarle mi no asistencia, saltó la liebre. Ya que este sin  piedad    me despachó con un frío y escueto: 
 
 - “si no vienes date por borrado de mi agenda,  Ofsand”.

A buen entendedor pocas palabras y esto  fue más que suficiente para entender que, o me ponía las pilas o perdía un buen amigo. Y eso nunca es una buena transacción, en el difícil campo de las relaciones humanas.
Al colgar se produjo un cortocircuito en mi anodina existencia y se encendieron vistosos y chirriantes luminosos en mi cabeza  indicando claramente alarma o Warning.

Si quería tenerlo todo listo y no fallarle, al irreconocible matón telefónico Recio, iba a tener que reventar  el crono y hacer la carrera de obstáculos de la temporada.

Los días cayeron regularmente como losas en el tejado de las impuestas obligaciones. Y aquellas relacionadas con  la puesta a punto de  la moto, acababan irremediablemente pospuestas por otras. Al ritmo de  adormideras excusas que persistentemente me susurraban maliciosamente: de  mañana  no pasa- tranquilo. 

Mientras mi fiel y sufrida Teneré seguía como de costumbre algo desaliñada  y pidiéndome a gritos algo de mecánico cariño.

Aparcado el tema de la mecánica. El siguiente paso fue encontrar a alguien dispuesto a perder su valioso tiempo y dinero conmigo.  Lo tuve claro desde el primer instante; Alejandro Cabello.  

Era su cumpleaños y para mí la excusa perfecta para ahorrarme su regalo, “obsequiándole”  una excursión al Olimpo  motero del mundanal ruido.

Después de marear la perdiz y hacerla vomitar, optamos por salir el mismo día del evento (nueve de noviembre)  y hacer sin escalas los 500 kms que nos separaban del punto de encuentro.

A las 6:00 am de un  sábado otoñal y cuando Granada se desperezaba lentamente, quitándose las legañas de una fría noche, nosotros dejábamos atrás la gasolinera Repsol de mi barrio y   enfilábamos la autovía de Andalucía rumbo a nuestra cita con la  historia.

Siempre me ocurre lo mismo cuando me pongo en marcha, con kilómetros por delante y muchas horas para pensar dentro del casco, y es renegar el haberme quedado clavado en la era vintage en esto de las motos y sus prendas de vestir.

A  mi remendado cuerpo y a mis múltiples empastes,  cada vez le gustan menos y le  sienta peor las vibraciones con la que me obsequia el indestructible monocilíndrico que atesoro entre las piernas. Y este cansado ya no acepta de buen grado las sesiones de inclemencias atmosféricas adversas propias de estas fechas, culpa de  una equipación  anticuada y a años luz de las actuales.

Pero soy un mísero egoísta sentimental  y  me niego a  jubilarlas con los honores que se han ganado duramente a pulso durante años aguantándome.


Con la noche en franca retirada y la silueta de Alejandro en su blanquísima Bmw GS 800 al frente de la expedición, fueron cayendo: carteles de conocidas y  desconocidas poblaciones, kilómetros y  sobre todo las horas, dando paso a un nuevo y despejado día.  

Antes de que el aburrimiento severo y machacón de la autovía hiciese de las suyas, culpa de unas rectas sin aparente final,  un oportuno desvío nos escupió delicadamente  a una entretenida y revirada carretera nacional. 

Durante horas, Alejandro había estado de paseo con su potente máquina  y yo de carreras  con mi impotente moto, pero el objetivo común que era llegar de un punto A  a otro equidistante B se había conseguido sin ningún contratiempo.

Con impuntualidad no Suiza dejamos atrás el cartel de Navalcán,  y rápidamente dimos con la pequeña y recogida plaza del ayuntamiento, donde estaban: el balcón de ilustres, las institucionales y coloridas banderas al aire, el afable alcalde, el nervioso anfitrión, algunos  curiosos vecinos, perdidos turistas, un par de perros al sol, Iñaki Santiso  y felizmente casi todos  los invitados con sus deslumbrantes y cargadas monturas.

En el ambiente se respiraba aires de fiesta y  ganas de pasarlo mejor que bien. En el ambiente se masticaba la muerte del colesterol bajo y del  hígado sano. Y no había que ser muy listo para saber que la hoja sibilina de la guillotina lúdico-festiva, había caído sin piedad  en tan rural enclave, rebanando el cuello a todo aquello que se interpusiese en su camino oliendo a trabajo o a vil rutina. 

El reloj pasaba del mediodía cuando el grupo rugió con fuerza al unísono y se puso en lento movimiento, rumbo al  lugar de acampada. 




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